La diferencia de goles manda las Redsticks a cuartos
La selección española femenina ha acabado segunda de su grupo la primera fase de las FIH Series Finals que se están disputando en Valencia. Las de Adrian Lock deberán, pues, jugar los cuartos de final (contra Gales mañana lunes 24 a las 19h) al no acabar líderes de grupo, una posición privilegiada que las hubiera mandado directamente a semifinales. Finalmente ha sido Canadá quien, tras lograr empatar con unas Redsticks a priori muy superiores en la primera jornada (1-1), ha logrado la posición de privilegio.
Tras el empate inicial las españolas tenían la obligación de ganar los dos partidos restantes y conseguir una diferencia de goles superior a la que lograran las americanas. Algo que las de la hoja de arce pusieron muy difícil en la siguiente jornada, tras golear a la floja Namibia por 17 goles a 0. España hizo los deberes ante Bielorrusia, 2-8 con un último cuarto espectacular y muy efectivo.
En la última jornada, ayer, Canadá logró una diferencia sólo de 3 goles con las bielorrusas, con lo que las Redsticks necesitaban lograr una diferencia de 14 goles ante Namibia para lograr la primera posición, según los criterios de desempate FIH.
El partido no podía empezar peor para España: después de un sinfín de ocasiones y tres penaltis córner para las Redsticks, un contraataque de Namibia dejó a Joanne van Rooyen sola ante Melanie García, y la africana definió muy bien para marcar el primer gol del torneo para su equipo en tres partidos. Pero las de Adrian Lock siguieron con el plan previsto, transformando esta vez y poniendo el marcador 3-1 al final del primer cuarto (Carola Salvatella, Bea Pérez y Cristina Guinea).
En el segundo cuarto España acusó una falta de efectividad gravísima, que, combinada con una magnífica actuación de la portera Petro Stoffberg, mandó el partido al descanso solo 4-1, gracias a un gol de penalti córner de Lola Riera. España necesitaba marcar 11 goles en los últimos 30 minutos, y no encajar ninguno.
En el tercer periodo las de Lock mantuvieron la esperanza con cuatro goles más (Berta Bonastre, Cristina Guinea, Marta Segú y Lola Riera, de stroke), pero estuvieron cuatro minutos con una menos por tarjetas a Berta y Begoña, con un criterio arbitral muy discutido por el entrenador inglés al finalizar el encuentro. En el último cuarto sólo Carlota Petchamé y Lola Riera pudieron transformar sus ocasiones, y el partido vivió unos últimos 10 minutos sin goles, pese a jugar España sin portera para buscar más presión y jugadoras al área para rematar.
Adrian Lock: «No hemos hecho lo que teníamos que hacer del minuto 1 al 60»
Al finalizar el encuentro el técnico de la selección, Adrian Lock, afirmó que había sido un partido «complicado, no por ganarlo sino por el hecho de buscar conseguir los goles necesarios. Yo creo que no hemos sufrido por querer meter goles, sino por no habernos centrado en el plan que tenía que seguir cada jugadora. Es por eso que ha habido algunos tramos de partido que se han perdido, no hemos hecho lo que teníamos que hacer del minuto 1 al 60. Aunque si quieres meter muchos goles necesitas que muchos factores vayan a tu favor, y tampoco hemos tenido ese punto de ritmo de juego. Estoy contento porque hemos metido 10 goles, no me puedo quejar, pero siempre queremos más. El otro día ganamos 8-2 y sigo pensando que hubiéramos podido jugar mucho mejor».
Sobre el cambio táctico de retirar la portera, y el hecho de no haber marcado a partir de entonces cuando la dinámica ya era de generar ocasiones contínuamente, Lock se mostró convencido de haber hecho lo correcto: «No me he equivocado, no hemos marcado ningún gol pero también hemos recibido targetas entonces, con un criterio un poco aleatorio. La táctica estuvo bien, ellas tampoco han llegado al área, con lo cual tener una portera que no va a tocar la bola no vale la pena».
La capitana del equipo y una de las mejores jugadoras del planeta el año pasado, Georgina Oliva, recordaba perfectamente la última goleada tan abultada del equipo: «Desde el 2015 no marcábamos 10 goles, ganamos 10-0 a Polonia. Creo que hoy lo hemos hecho bien, hemos jugado un buen partido, hemos seguido durante muchos minutos el plan que teníamos, pero desafortunadamente no hemos conseguido el resultado para pasar directamente a semifinales».
Gigi negó la existencia de nervios en las jugadoras para conseguir el resultado necesario, y que eso haya afectado a la efectividad del equipo al buscar marcar más goles: «Quizás en la segunda mitad hemos estado pensando más en el resultado que necesitábamos, y eso es un factor que te puede ir en contra. Pero por lo que he visto en el campo, por la comunicación entre las jugadoras, siempre se estaban siguiendo los procesos que queríamos que se siguieran y en ningún momento hablábamos de hacer más goles. Nervios ha habido solo en los últimos cinco minutos, pero durante la segunda mitad hemos estado todas muy metidas en el partido».